El eterno proyecto del "Hombre Nuevo"

Desde el “Homo Novus” de la Antigua Roma, pasando por los “hombres Nuevos” del Cristianismo, Fascismo, Nazismo, Marxismo, hasta el “Homo sovieticus” (hombre nuevo soviético), todos más o menos esgrimen la idea de un “nuevo hombre” que se despojaba del “ropaje” del “hombre viejo” y “emergía de las aguas” (a modo de bautismo) revestido en otro “hombre”.

Todos ellos hablan de una toma de consciencia social, que le permite cual serpiente, cambiar su “piel”, dejando atrás la “vieja” (sistema o ideología “vencida”) y mostrando al mundo una reluciente nueva “piel” (sistema o ideología “triunfante”).

Ninguno de esos proyectos de “hombres nuevos” hablan de una TOMA DE CONSCIENCIA interior que les permita “ver” quienes son en realidad o lo que es lo mismo que decir, que les permita “ver” que todo lo que le han hecho creer que es, NO TIENE NADA QUE VER CON EL SER QUE REALMENTE SON.

Por ello es que el famoso “hombre nuevo” hasta nuestros días no ha pasado de ser un mero proyecto, porque los verdaderos CAMBIOS no se suceden cambiando vestiduras, sino cambiando el prisma con que se experimenta la vida, cambiando la dirección de la “mirada” de afuera hacia “dentro”.

Pero a los “sistemas” e ideologías les viene muy bien que “este hombre nuevo” no pase de ser proyecto, porque así se convierte en la famosa “zanahoria” que el caballo persigue sin lograr alcanzar nunca, mientras en su afán mantiene a la “carreta” en “movimiento”… VERDADERO OBJETIVO de esta “creación”.

TODOS somos potenciales “hombres nuevos”, todo está en que TOMEMOS CONSCIENCIA de ello y comencemos a “mirar” en la “dirección” correcta.